Santa Cecilia.
«La iconografía de santa Cecilia no tiene ninguna relación con su vida, y desde el siglo XV está vinculada a la música. La causa es una arbitraria transcripción del texto de la Pasión en la liturgia de la santa con la triple repetición de canticus organis, en el que se refiere a la música de la fiesta de su casamiento, que Cecilia no escuchaba, ya que estaba dispuesta a ofrecer a Dios su virginidad.»
Se la representa con túnica y manto de las doncellas romanas o con traje de época. Hasta el Renacimiento su único atributo era la corona de flores. Desde el siglo XIV se la representa con instrumentos musicales, principalmente el órgano, lo que probablemente deriva de un error de transcripción.
Cecilia es un nombre romano quizá de origen etrusco, asociado durante un tiempo con «ciego». Según la etimología medieval estaría en cambio asociado con «cielo» y «azucenas», Cieli Lilia. Su vida terrenal transcurrió en el siglo III en Roma. En la cual fue Virgen y mártir romana. Bajo su protección se ponen los músicos, tañedores de laúd, poetas y cantantes. Su culto se difundió inicialmente en Roma; después de la traslación de sus reliquias, en el siglo IX, se difunde al resto de Italia, a Francia y a toda Europa.
Su festividad se celebra el 22 de noviembre.
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No estuve allí, en el consistorio.
No estuve allí en el consistorio (no se asusten, es la reunión del colegio cardenalicio), pero me llega la traducción de la agradable noticia que en latín anunció el papa Francisco esta semana la fecha para declarar santos a los papas Juan XXIII y Juan Pablo II.
Explicar e indagar en el proceso de canonización que agota la Iglesia sería un poco dar vueltas sin salir adelante. Lo correcto es que miremos desde el alma a los personajes que aquí se mencionan, rememoremos sus acciones, sus palabras, las reflexionemos, las llevemos, las compartamos.
En los últimos cien años no se pensaba en hacer santo a un papa, pero Francisco mirando por un lado el ardor misionero de Juan Pablo II y, por otro, la auténtica bondad y amor a la Iglesia de Juan XXIII habla de ellos, nos emociona, nos recuerda sus aportes y nosotros nos admirados con sus vidas y su fe.
“Celebrar a la vez estas canonizaciones debía de ser un signo para la Iglesia de apreciar la santidad de estos papas”, Federico Lombardi.
«El papa bueno», con gran sentido del humor, mucha ternura y humildad nos convocó hace más de cincuenta años a renovarnos como Iglesia, con el Concilio Vaticano II. Se dice de él que en cada situación venía con chiste incluido. Al iniciar el Concilio, destaca su espontánea ternura al salir al balcón y ver llena de gente la Plaza San Pedro, contemplar la luna y proclamar que ella también quería acompañar este acontecimiento. Conoce más sobre él aquí: Papa Juan XXIII.
“Siempre recuerdo a Juan XXIII como aquel buen hombre, un santo, que con su forma de mirar, su modo de hablar, hacía que quedara en mi corazón una alegría especial”, Monseñor Pérez de Pamplona.
«El papa viajero», llamado así porque agotó una agenda de recorrido por todo el mundo llevando el mensaje de Jesús. Les cuento que visitó mi 3/4 partes de isla (mi país, República Dominicana) en tres ocasiones y fue el primer país que visitó luego de ser elegido papa. ¡Qué emoción!
Es el papa que con mas fervor y seriedad tomó el tema del matrimonio, el noviazgo y la sexualidad con sus catequesis sobre la teología del cuerpo, son exquisitas. Es uno de los pontificados mas largos y aprovechó esos para declarar beatos a mas de mil. También instituyó las Jornadas Mundiales de la Juventud. Es mucho lo que podemos aprender de Karol, elegido, por Dios, en este enlace hay mucho mas: Pontificado de Juan Pablo II.
«Recuerdo las palabras de Juan Pablo II: ‘No tengan miedo, abran las puertas a Cristo’. Creo que está muy vigente y que será una bocanada de aire fresco para todo el mundo de hoy», Cardenal Cipriani, arzobispo de Lima.
El día fijado para la ceremonia de canonización de estos dos beatos es el día de la Divina Misericordia, vamos a sacar la fecha para ver si podemos peregrinar hasta Roma y vivir este acontecimiento o peregrinar desde lo virtual y recordar y compartir lo que precisamente dijo el papa Francisco esta semana: «la Iglesia brinda a todos la posibilidad de recorrer el camino de la santidad que es el camino del cristiano”.
Francisco en el Corazón de la Iglesia (2)
Sencillez, en acciones y palabras es el legado que en un balance nos deja
por ahora el papa Francisco. Y, nosotros, que vamos siguiendo sus reflexiones en las basílicas lo podemos constatar.
Fíjense, el día de la Divina Misericordia tomó posesión de la Basílica San Juan de Letrán. Allí dijo «qué hermosura esta realidad de fe para nuestra vida: la misericordia de Dios». Puso como ejemplo la misericordia que experimentaron Tomás, Pedro y los discípulos de Emaús en la persona de Jesús. La paciencia que tuvo con ellos, quien siempre nos espera.
«Dios nos invita a tener valentía para volver a Él.» aseguró el papa Francisco.
El papa Francisco ha estado ya en distintas ocasiones en la Basílica Vaticana, la Basílica donde se encuentra la tumba del apóstol Pedro. Allí, entre otras cosas, celebró su primera misa crismal como obispo de Roma.
«Al buen sacerdote se lo reconoce por cómo anda ungido su pueblo», les dijo a los sacerdotes. Asegura que el sacerdote que no sale de sí se convierte en intermediario en vez de mediador, puesto que en el intermediario ya tiene su paga por no poner en juego la piel, el corazón. A nosotros, los fieles, nos pide oración y afecto para nuestros pastores.
Para degustar con más amplitud estas reflexiones he aquí: Misa Crismal.
Francisco en el Corazón de la Iglesia.
Hemos descubierto el Corazón
y en él emergen latidos de una trascendencia esencial. Que si los pasamos por alto no se sabe qué podría ocurrir con nosotros. Pero para esto estamos, tenemos un nuevo papa y de qué estirpe, uno que la Iglesia necesitaba justo en este instante.
Francisco, él se ha nombrado, y su campo de acción es a nivel territorial en el corazón de la Iglesia, en Roma. Y todo su quehacer lo desarrolla especialmente en las principales basílicas papales y en la Capilla Santa Martha.
El 14 de abril estuvo en la Basílica San Pablo Extramuros y cada ocasión para estar sobre la tumba del apóstol san Pablo es propicio para entrar en reflexión y las palabras del papa nos llevan a esta acción. Recordó que Pablo fue humilde y que anunció, dio testimonio y adoró al Señor Jesús. Que debemos despojarnos de tantos ídolos y escoger al Señor como centro para adorarlo sin medidas.
Ha visitado en dos ocasiones a la Basílica Santa María la Mayor: primero, le llevó flores a la Virgen e hizo oración privada. Y luego rezó el rosario en la Basílica Santa María la Mayor, en sus palabras se refirió a cómo la Virgen María protege nuestra salud en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida y a ser libres. A continuación el enlace con la refleixón completa: http://www.vatican.va/holy_father/francesco/speeches/2013/may/documents/papa-francesco_20130504_santo-rosario_sp.html.
Basílica de San Pedro (Ir al corazón…)
Es curioso que cuando hablemos de esta Basílica, pensemos en Roma, pensemos en el Papa, pensemos en la Iglesia. Llena
de expectación que, muchos que hablan de ella, hablan lo que suponen que es, nunca sobre lo que significa este lugar y menos su sentido más profundo.
Hay un par de cosillas que debemos saber sobre esta Basílica (justo ahora que estamos en Sede Vacante). En su construcción participaron Miguel Ángel, Carlo Maderno, Bramante y otros más entre los años 1506 y 1626, más de 100 años.
Son tres partes en las que debemos ver en sentido general para conocer esta basílica: Interior, Cúpula y la Plaza San Pedro (la vamos a involucrar, porque está dentro del complejo). Por ejemplo, cuando se da el Ángelus la gente está en esa explanada y todas las celebraciones importantes, como la elección de un nuevo papa.
Interior de la Basílica. Es un lugar impresionante. Forma una planta de cruz latina. Decorado con estucos, mosaicos y estatuas de estilo barroco. Tiene una capacidad para 20,000 personas. En la primera capilla es posible ver la Piedad, obra maestra de Miguel Ángel. En el centro de la iglesia se encuentra el altar papal, en la nave izquierda se halla el monumento de Antonio Canova a la familia Estuardo o Stuart. Se sugiere recorrer primero el espacio central hasta el punto donde el pavimento indica el largo de las iglesias más grandes del mundo, y desde allí pasar a la nave lateral más cercana a la puerta de entrada.
Aprende mucho más en: http://www.vaticanstate.va/ES/Monumentos/Basilica_de_San_Pedro/Interior_de_la_Basilica.htm
La cúpula se encuentra justo sobre el altar mayor y la tumba del Apóstol Pedro. Diseñada por Michel Ángel y terminada 24 años después de su muerte por Fontana y Della Porta. Mosaicos de Giuseppe Cesari. Circunferencia 92 metros, altura:136.5 m. Esta cúpula sirvió de modelo a otras obras construidas con técnicas diferentes en el mundo occidental.
Más aquí: http://www.vaticanstate.va/ES/Monumentos/Basilica_de_San_Pedro/Cupula.htm
Plaza San Pedro. Tiene dos partes, uno delimitado por dos brazos rectos y otro en forma de parábola donde se ha llegado a albergar a 300,000 personas. Diseñada por Bernini quién dijo «su pórtico debía brindar una acogida maternal, de brazos abiertos, a los católicos, para confirmarlos en la fe, a los heréticos para reunirlos en la Iglesia y a los infieles para iluminarlos con la fe verdadera.”
¿Quieres descubrir un poco más? Entra aquí: http://www.vaticanstate.va/ES/Monumentos/Basilica_de_San_Pedro/Plaza.htm
Nosotros podríamos mirar mucho más de esta belleza cristiana, arquitectónica, para admirarla mucho más, pero mientras les dejo con una infografía de esta Basílica: Basílica y plaza de San Pedro.
Ir al corazón… (Roma II)
Hemos conocido un poquito sobre Roma y hemos visitado lugares que no se podían quedar.
Ese recorrido nos dio una visión general de Roma. Pero nos esperan unas profundidades que debe encontrarnos sin prejuicios. Abiertos todos nuestros sentidos para captar todo cuanto esté a nuestro alrededor. Aclarado el punto de nuestra actitud con estos viajes, vamos a lo nuestro.
El Vaticano es el Estado más pequeño del mundo con aproximadamente 900 personas. Se construye con el Tratado de Letrán, firmado entre la Santa Sede e Italia el 11 de febrero de 1929 y ratificado el 07 de junio 1929. Su personalidad como entidad soberana de derecho público, a diferencia de la Santa Sede, es universalmente reconocido. Hay un sinnúmero de detalles (como el Himno, escudo, bandera) que podemos conocer acerca del Estado Vaticano entrando a la Página del Estado Vaticano.
Además, el Vaticano como Santa Sede tiene otras implicaciones, razón por la que llegamos hasta aquí.
La Santa Sede es el lugar donde está la cabeza visible de la Iglesia. Es la jurisdicción episcopal del obispo de Roma, el Papa, y es la sede episcopal preeminente de la Iglesia católica. Actúa y habla por toda la Iglesia católica. Y, pensando en esto, recuerdo que una vez dije que yo era católica, apostólica y… dominicana. Uy! Qué errorcillo. La Iglesia es romana, porque toda su acción en la tierra viene desde Roma.
En la Santa Sede podemos conocer las principales basílicas y capillas papales (a las que estaremos viajando en los próximos días, prepárense): La Basílica de San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros, Santa María la Mayor; las capillas Redemptoris Mater, Sixtilla, Paulina y veremos las tumba de Pedro, de Pablo en la Necrópolis Vaticana. Mi mente reflexiona sobre esto y tiemblo de alegría. Dios ordena todo como quiere y sus designios son perfectos.
Estas profundidades lejos de ahogarnos nos traen un nuevo respirar: Tumba de San Pedro.
Ir al corazón… (Roma I)
«Estar en Roma es una gran bendición. Hay de alguna manera una visión universal en la Iglesia que tú percibes en Roma. Desde Roma se ve lo mejor de la historia de la fe, 
los mártires, los santos, los lugares de peregrinación… Se han hecho unas excavaciones de casas romanas descubriendo que los católicos van a peregrinar a Roma desde el año 300 y pico, hace 16 siglos ya se iba allá a peregrinar y, por lo tanto, todos los cristianos siempre hemos sabido y sentido que ir a Roma es ir al corazón de la Iglesia», Enrique Elías del Pontificio Consejo para los Laicos.
Esta certeza de saber que peregrinar a Roma es ir al corazón de la Iglesia es el impulso para conocerla cada vez más. No en vano se le conoce como Cittá Eterna (Ciudad Eterna) y toda su historia y años de civilización quedan plasmados en todos los rincones de esta capital italiana. Con más de dos millones y medio de habitantes fue incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
De todos modos, y antes de adentrarnos de cuerpo entero en la fe de estas tierras, hay lugares que tienen un sentido especial en Roma y que no podríamos dejar de visitar:
*La Fontana di Trevi: Una de sus características es el contraste entre la monumentalidad de la fuente y la estrechez de la plaza en que se encuentra: tan escondida entre callejuelas que cuesta trabajo encontrarla Suscita la sorpresa del visitante, quien queda impresionado cuando se topa de bruces con la fuente.
*Arco de Constantino: Tiene una altura de 21 metros, una anchura de 25 y está compuesto a su vez por tres arcos. Está hecho de mármol.
*La Plaza del Campidoglio: alberga el edificio Senatorial, sede de representación de la municipalidad de Roma, y el edificio de los Conservadores así como el edificio Nuevo.
*El Coliseo Romano: Es, junto con el Vaticano, el mayor atractivo turístico de Roma. Cada año lo visita seis millones de turistas.
Visitar esta ciudad puede tomarnos más tiempo del que nos imaginamos (casi todo el recorrido es a pie). Pero les dejo una página donde puede conocer mucho más de la Ciudad Eterna: http://www.nycerome.com/guia-ciudad-roma/monumentos-roma.html
Continuaremos visitando Roma y conociendo nuestra fe. 
Recuerden que este viaje es para encontrarnos con Dios, para vernos por dentro. 😀
Iniciando el camino
Todo viaje tiene un inicio, un comienzo.
Este es el mío, a nivel virtual. También es el de ustedes conmigo.
Para iniciarlo debemos vernos por dentro, por fuera. Con qué contamos y qué vamos a encontrar. Bueno, ninguna de las dos cosas la sabemos con exactitud. Pero tenemos la certeza que es un camino, un trayecto, un viaje. Vamos paso a paso con el corazón preparado para que Dios actúe en nosotros a través de esta fe.
Trataremos de recorrer todo el mundo detrás de Dios, siguiendo los pasos de aquellos que escucharon primero el mensaje evangélico.
Iremos a los lugares santos, rezaremos juntos, escucharemos a los que viajen con nosotros, conoceremos las rutas y le sacaremos toda la sustancia a cada paso, cada exhalación, a cada deleite.
¡Acompáñame! 😀
PEREGRINA PERMANENTE 